6. “End-Gaining”. (el fin a ser alcanzado)
Uno de nuestros grandes hábitos cuando nos acercamos al proceso de aprendizaje, es intentar hacerlo bien inmediatamente. Fallamos de valorar la lucha en el aprendizaje y la experimentación de lo desconocido. ¿Cómo podemos estar bien cuando no sabemos lo que hacemos? Tememos hacerlo mal. Queremos alcanzar un final y tener algo que mostrar por nuestro esfuerzo. Alexander empleó el término “end-gaining” para expresar esta idea de estar demasiado pendiente de alcanzar el fin de una acción. Esta tendencia de enfocarse en el final interfiere con el “medio por el cual” la acción es realizada. A menudo, en una lección de Alexander, se le pedirá al estudiante que observe su movimiento al sentarse y pararse de una silla. Cuando se enfrente al estimulo de pararse, el estudiante, más que seguro, tendrá una respuesta habitual a ese estímulo. Tal vez, la respuesta del estudiante sea subir el mentón y contraer la cabeza hacia atrás y abajo sobre el cuello. Este es un ejemplo de “end-gaining”, pararse indicando a donde querés ir, iniciando la acción de pararse guiado desde el mentón. El “medio por el cual” es el “como” realizamos una acción. Cuando el estudiante puede pensar en liberar el cuello, soltando la cabeza para que se coloque adelante y arriba, y permitiendo al cuerpo entero seguir la cabeza, entonces se moverá con facilidad sobre sus piernas. Para hacer un cambio, el estudiante inhibe el impulso de “end-gain” y hace participe al pensamiento constructivo al mantenerse consciente del medio por el cual la acción de pararse es realizada.
Por ejemplo, si me zambullo en una pileta para nadar una milla y luego, a la mitad, comienzo a contar los largos antes de tocar el final de la pileta, ésto revela que no estoy en el momento de nadar. En cambio, estoy mucho más adelante de donde estoy en realidad. Quedándome con el “medio por el cual” centrará mi atención en la extensión de mis brazos, la libertad de mi cuello mientras muevo mi cabeza para respirar, la flexión y rotación en mi articulación de cadera y el largo de mis piernas mientras pataleo. Voilà! Llego al final de la pileta habiendo logrado un paso en el medio por el cual nadé una milla. Prestando atención a la calidad de mi movimiento cuando realizo una acción, ayudará a mi entendimiento de lo que se involucra en el movimiento, así como podría encontrar facilidad y eficacia en la realización de una acción.
Este principio de “End-Gaining” es muy revelador en el proceso de actuar, mientras el actor se esfuerza por ser creíble y vivir el momento. El actor debe permanecer abierto y mantenerse fresco, en el contar de la historia. Tomemos por ejemplo, la escena de Hamlet cuando Laertes vuelve a su hogar Elsinore para retar al príncipe, habiendo escuchado las noticias de la muerte de su padre, y es luego enfrentado por la locura de su hermana Ofelia. El rango de su viaje emocional va por la gama de la rabia, shock, tristeza, dolor y venganza. Todas estas emociones tienen paralelos en lo físico; son experimentadas en el cuerpo asi como en la mente. El actor tendrá que examinar y soportar cada cambio emocional y su repercusión en el cuerpo. El actor haciendo de Laertes necesitará observar muchas respuestas físicas: el ritmo de su respiración, todas las tensiones musculares y emanaciones de energía. Estos le cuesta al actor, estar desafiado a permanecer abierto al momento que la escena se desarrolla en su actuación o su actuación se verá embarrada. Estar alerta de su cuerpo le ayudará en su viaje a través de la progresión y construcción de la escena. Al recrear esta historia noche tras noche, el actor tendrá que aplicar inhibición para ayudarlo a permanecer en el momento y no “end-gain” y hacer las emociones que se muestran al final de la escena.
7. No hacer “Menos es Más”.
En el trabajo de Alexander, el estudiante es alentado a no intentar por esfuerzos físicos. También se le pide al estudiante que no confíe en sus sensaciones para observar una acción, sino que le permita a su pensamiento re-direccionar el movimiento. La mitad de la batalla es abstenerse de empujar o fatigar y simplemente permitir que la acción ocurra. Uno debe analizar la calidad de movimiento en la acción realizada. ¿Es la calidad de movimiento tiesa, apresurada, atontada, picada, liviana o pesada? Una vez que la calidad de movimiento es evaluada, una decisión puede ser tomada sobre cual es la calidad adecuada o deseada. A menudo trabajamos demasiado y tendemos a empujar y a sobre hacer una acción. Bromeamos en teatro que esto puede llevar a “una lesión de sobre-actuación”. El concepto de “no hacer” es un medio para permitir una nueva experiencia sin el esfuerzo o el stress de una acción habitual. Al actuar y en la Técnica Alexander , el viejo refrán de “menos es más” es deseable.
Una actriz observó:
Lo que uno se esfuerza de hacer al actuar, es menos. La mayoría de los actores tienen una tendencia de empezar empujando un poco demasiado y tratando mucho. La noción de Alexander de “no hacer” es una genial metáfora para actuar, en la que uno puede comportarse en la forma que uno quiere comportarse y hacer lo que uno tiene que hacer, al hacer en realidad relativamente poco. Encontrar un medio eficiente de decir poco y significar mucho, en lugar de un método de sobre resaltar, es la mejor forma de lograr un objetivo en el escenario.
Al leer todos los conceptos de la Técnica Alexander , uno puede quedar intimidado x la cantidad de información.
En el papel puede parecer muy cerebral, simplemente moverse con menos tensión y más facilidad. De todas formas debo reiterar que es un proceso educacional y requiere estímulo, guía y la objetividad de un maestro de Técnica Alexander.
Una vez que el estudiante es dirigido y guiado a través de la experiencia del trabajo de la Técnica Alexander , estará preparado para realizar el trabajo solo. El objetivo del profesor es proveer al estudiante de un trabajo de atención y una técnica que resuelva problemas.
La libertad de elección de aplicar el trabajo está en la conciencia del actor/estudiante.
Kelly McEvenue - Traducción Guido Bonacossa y Cecilia Elías